Nick Fury y su equipo siguen ocultos en una vieja instalación de SHIELD que nadie conoce y que permancerá abandonada mucho tiempo, ahora que la ascensión de Norman Osborn como Jefe de Seguridad estadounidense ha acabado con dicha organización y la ha sustituido por HAMMER. Sin embargo, y a pesar de que el coronel les mantiene en movimiento con misiones de reconocimiento, los soldados que componen su cuadrilla a las órdenes de Daisy están impacientes por tener acción de verdad. No tardarán en encontrarla, cuando Fury ate cabos y descubra que Hydra, la organización terrorista, estuvo al mando de SHIELD desde hace infinidad de años, manejando los hilos desde las sombras y utilizando a las fuerzas de la ley como meros peones. Además, la propia Hydra se está re-organizando ahora que han perdido el control de la agencia gubernamental, y han resucitado a El Gorgón, un mutante despiadado que lideró a los ninjas de La Mano y puso en jaque a Wolverine, manipulándole mentalmente.
Fury decide que ya es momento de pasar al ataque, para lo cual necesitará más hombres. Por eso, contacta con su vieja compañía de Comandos y dan un asalto por sorpresa a la base de HAMMER, con la intención de robar la flota de Helitransportes. Hydra se meterá de por medio y la guerra a tres bandas estará a punto de acabar con todas las facciones. La entrada en escena de los Guerreros Secretos inclinará la balanza a favor de “los buenos” y muchos soldados (unos tres mil) de HAMMER se alistan en el nuevo ejército que Fury está reclutando… aunque no sabemos todavía para qué. Lo que sí está claro es que su vieja amante, Valentina Allegra de Fontaine, se ha infiltrado por petición de éste dentro de Hydra y se está haciendo pasar por una aliada de la cúpula directiva de la organización terrorista. ¿Qué pasará de aquí en adelante?
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